Journal #18
[ School's out! ]
Del uniforme aburrido al streetstyle
Quizás ponerse el uniforme no sea, al fin y al cabo, un gesto tan aburrido. Cuando pensamos en uniformes escolares, nos viene a la mente esa imagen de las universidades americanas donde los alumnos lucen con orgullo sus chaquetas, escudos y colores. Un código estético tan potente que ha trascendido las aulas y ha terminado formando parte del streetstyle global.
El problema de los uniformes en España
En nuestro país, sin embargo, el uniforme escolar se ha convertido en algo monótono: mismas siluetas, mismos tejidos, mismos colores de siempre. Un mercado donde prima la inercia sobre la creatividad. ¿Por qué seguimos vistiendo a las nuevas generaciones con la misma fórmula de hace décadas?
La sociedad ha cambiado. Los estudiantes de hoy son nativos digitales, más libres y más conscientes que nunca. Quieren expresar su identidad y buscan sentirse cómodos, representados y orgullosos de lo que llevan puesto.
Hacia un uniforme más consciente
El uniforme escolar del futuro no puede limitarse a ser práctico. Tiene que ser:
Duradero, para resistir el día a día sin perder calidad.
Consciente, con tejidos más sostenibles y procesos responsables.
Estético, con un estilo que dialogue con el armario real de los jóvenes .
Un uniforme no es un disfraz obligatorio: puede ser una colección con identidad propia, que represente valores, comunidad y estilo de vida.
Nuestra visión en Studio 180gr
En Studio 180gr entendemos el uniforme como un puente entre tradición e innovación. Apostamos por un diseño textil contemporáneo que conecte con los alumnos de hoy, combinando:
Creatividad → siluetas más actuales y detalles pensados para el día a día.
Técnica → patronaje industrial y tejidos de calidad que resistan el uso intensivo.
Sostenibilidad → materiales responsables y procesos que respetan el medio ambiente.
Nuestra misión es clara: transformar el uniforme escolar en un símbolo de identidad y orgullo, no en una imposición aburrida.
School’s out!
Ponerse el uniforme puede ser un gesto inspirador si se entiende como lo que realmente es: la primera identidad colectiva de un estudiante.